La Balsa de Valdemoro-Sierra: nada que envidiar a otras cascadas más famosas

Balsa de Valdemoro-Sierra: nada que envidiar a otras cascadas más famosas

Imagina un lugar donde la naturaleza se manifiesta en todo su esplendor, donde el agua brota con fuerza desde el corazón de la tierra, creando un paisaje impresionante. Bienvenidos a La Balsa, un rincón mágico en plena Serranía de Cuenca.

Situada a tan solo 200 metros de una surgencia kárstica, La Balsa es el resultado de la danza entre rocas carbonatadas y arcillas yesíferas impermeables, todo gracias a la presencia de una antigua falla geológica. En ciertas épocas del año, el agua brota con ímpetu, serpentea a través de una pradera y, al superar el desnivel, da vida a majestuosas cascadas que finalmente se funden en las aguas del río Guadazaón. ¿El resultado? Un espectacular edificio tobáceo que te dejará maravillado.

Para llegar a este paraíso escondido, simplemente sigue las indicaciones en un pequeño cartel que dice "LA BALSA" justo antes de llegar a Valdemoro-Sierra. Aunque puedes acceder en coche, te recomendamos aparcarlo antes y disfrutar de un tranquilo paseo. El camino de tierra te llevará hasta un puente que cruza el río, donde el agua de La Balsa encuentra su destino.

Sin embargo, lo que más puede llamar la atención es la longitud de la cascada. Aunque no es especialmente alta, su extensión te dejará asombrado. El agua, que cae desde lo más alto de la cascada, se precipita sobre la roca caliza, creando esta maravilla natural que con orgullo no tiene mucho que envidiar al el famoso Nacimiento del Río Cuervo. 

El caudal de agua varía según la estación, siendo especialmente impresionante en invierno. En esta época, el agua se congela y da lugar a gigantescos carámbanos de hielo que cuelgan de la cascada, creando una vista que es perfecta para inmortalizar en una fotografía.

Hemos de recordar a quienes hasta allí os desplacéis, que este tesoro es extremadamente sensible a las pisadas de la gente que se adentra entre la piedra tobácea, deteriorando el sistema geológico. Haz una foto, pasea por sus alrededores, pero no pises las zonas inundables ni las que se encuentran dentro de la toba. 

Una zona con bancos y una pequeña construción para poder comer y descansar completarán esta visita tan llena de agua.