Ciudad Encantada: las caprichosas formas de la roca

Ciudad Encantada: las caprichosas formas de la roca

La Ciudad Encantada, ubicada en la pedanía de Valdecabras, en pleno corazón del Parque Natural de la Serranía de Cuenca y rodeada de majestuosos pinares, es uno de los destinos naturales más impresionantes de la provincia de Cuenca.

Este sitio es famoso por sus formaciones rocosas únicas, esculpidas a lo largo de los siglos por la acción del agua, el viento y el hielo. Al entrar en este lugar, los visitantes pueden maravillarse con las peculiares figuras rocosas que despiertan la imaginación, algunas de las cuales parecen humanas, objetos o animales.

La historia geológica de la Ciudad Encantada se remonta a hace unos 90 millones de años, cuando formaba parte del inmenso mar de Thetis. En ese entonces las aguas tranquilas propiciaron el depósito de sales, principalmente carbonato cálcico, un proceso fundamental para la formación de estas estructuras kársticas.

Las condiciones ideales para el modelado kárstico se dan aquí, con una pendiente escasa, roca altamente soluble y una densa red de fracturas que da forma a las características alineaciones de piedras.

Es importante tener en cuenta que la Ciudad Encantada es una finca de propiedad privada y está cercada en todo su perímetro.

La flora que rodea este entorno es diversa, con pinos, endrinos, sabinas y majuelos que contribuyen a su belleza natural. La orogenia alpina durante el período Cretácico hizo que el mar se retirara, exponiendo el lecho marino de piedra caliza que finalmente emergió a la superficie. A lo largo de millones de años, la erosión causada por el agua, el viento y el hielo moldeó este lugar como un enclave verdaderamente único.

La Ciudad Encantada, que se encuentra a 1,500 metros de altitud en un entorno impresionante de pinares, se integra actualmente en el Parque Natural de la Serranía de Cuenca, a solo 28 kilómetros de la ciudad de Cuenca.

Un itinerario señalizado guía a los visitantes a través de las diversas formaciones rocosas, cada una con su propio nombre, como "los Barcos," "el Perro," "el Mar de Piedra," "Puente Romano," "la Foca," "los Osos," "el Tobogán," "los Amantes de Teruel," "los Hongos," "el Convento," "la Tortuga"...

La diversidad en la dureza y composición de las rocas es responsable de estas formas caprichosas. Las calizas con magneso en la parte superior, de color gris y más resistentes a la erosión, protegen las capas inferiores de tonalidad rojiza, que se desgastan más rápidamente, creando cubiertas y cornisas.

El entorno natural que rodea la Ciudad Encantada también es mágico, con una variedad de vegetación que incluye quejigos, sabinas, enebros, bujes y zarzamoras. Los rebaños de ovejas pastan en los alrededores, y el aire está impregnado con el aroma de romero y tomillo.

Si deseas obtener más información sobre cómo visitar la Ciudad Encantada, te invitamos a consultar el enlace que te aparecerá en la ficha.